Reseña #223 - Una sirena en Hawái de Arianne Martín.

¡Hola, icebergs! Hoy os traigo la reseña de una novela que me ha resultado muy fresca, adictiva y entretenida. Por lo que espero que os animéis a darle una oportunidad y os dejéis conquistar por su exótica ambientación. Cargando reseña en 3,2,1... ¡Arrancamos!

Una boda para unir a dos océanos en guerra.

Una princesa que sueña con no tener corona.

Un príncipe que sueña con conocer el amor.

Un capitán que sueña con ser digno de la princesa.

Un general que sueña con comprender sus propios sentimientos.

Una isla que les transformará a todos.

Y… el regreso a la realidad.

¿Qué sucederá cuando tengan que enfrentarse a su destino y dejar de lado lo que anhelan en lo más profundo de sus almas?

¿El deber es más fuerte que el amor?

Desde que vi por primera vez cuando era una niña la película La sirenita he sentido auténtica fascinación por esas criaturas mitológicas, por lo que siempre que me he topado con una novela en la que salían me he sumergido rápidamente en su interior sin necesidad de saber nada más. Principalmente ese fue el motivo por el que quise adentrarme en esta historia, aunque también se sumaron las enormes ganas que tenía por probar la pluma de esta autora nacional. Así que en cuanto se publicó me perdí entre sus páginas encontrándome con una lectura que, a pesar de que no me ha dado tanta fantasía como yo buscaba, me ha ganado por todo el amor que transmite y por las grandes personalidades de sus personajes.

Este libro se encuentra dividido en veintisiete capítulos más el prólogo y el epílogo. La longitud de los mismos es muy regular, ya que todos ellos presentan una extensión bastante corta consiguiendo dotar a la novela de un ritmo de lectura muy ágil dónde las páginas prácticamente vuelan solas. Además, al inicio de cada capítulo se nos dice el lugar donde estamos y se nos da sus coordenadas por si quisiéramos visitarlos virtualmente o físicamente. La narración íntegramente se da en primera persona siendo Aanye, Kainalu, Mikala y Cristian los encargados de relatarnos la historia. A pesar de ser una obra contada a cuatro voces es imposible perderse porque siempre se nos indica el nombre del narrador para que no tengamos ningún problema. Personalmente he disfrutado mucho de la manera en la que está relatada esta lectura porque al hacerlo a través de los cuatro protagonistas se nos permite descubrirlos a todos con la misma profundidad y conocer de primera mano que están sintiendo en cada momento.

Ninguno de los dos éramos los dueños de nuestro corazón ni de nuestro destino. Teníamos que dejar ambos de lado por el bienestar y la paz de millones de sirenas y tritones.

La pluma de la autora es muy amena, directa y pasional. Además, sabe explicar con mucha facilidad el funcionamiento del mundo tan original que ha creado. También es capaz de transmitir un montón de sentimientos a través de sus palabras. Posee un estilo muy equilibrado al utilizar la narración y el diálogo en la misma proporción. Los diálogos surgen de una manera natural, espontánea y con un contenido muy explosivo, por lo que no se perciben ni forzados ni insulsos. Las descripciones son ligeras, aunque cuentan con los detalles necesarios para lograr trasladarnos fácilmente a los escenarios por dónde se mueven nuestros protagonistas. Es la primera vez que leo a esta autora, pero su forma de escribir me ha cautivado tanto que estoy deseando hacerme tanto con su bilogía anterior titulada Protectores como con otras novelas que publique en un futuro.

En esta ocasión nos encontramos ante una novela coral en la que conocemos a cuatro grandes protagonistas, a una sirena y tres tritones. Todos ellos son necesarios para que la trama avance y están perfectamente creados y definidos, por lo que resulta muy fácil conectar y empatizar profundamente con los cuatro. Estos son Aanye, Kainalu, Mikala y Cristian. Aanye es la princesa heredera del trono de los Pacíficos y desearía que la corona no recayera sobre su cabeza para poder tomar sus propias decisiones. Any me ha gustado por su picardía y determinación. Kainalu es el capitán de la guardia real de los Pacíficos y le encantaría ser digno de la sirena que lleva enamorado desde que era un niño. Kai me ha encantado por lo protector y firme que es. Mikala es el general y el príncipe de los Pacíficos y solo quiere entender las emociones tan contradictorias que siente cuando ve a cierto tritón. Mik me ha conquistado por su valentía y decisión. Cristian es el príncipe heredero del trono de los Atlánticos y le gustaría acercarse a cierto tritón y experimentar la aventura del amor con él. Cristian me ha ganado por lo dulce y risueño que es. Cada uno de ellos posee una personalidad distinta y que se siente real, sin embargo, Aanye y Cristian son más parecidos al igual que lo son Kainalu y Mikala. He disfrutado mucho con la gran evolución que sufren los cuatro a lo largo de esta historia, aunque sin duda la de Mik me ha enamorado porque pasa de ser un tritón que impone por su seriedad a ser uno muy dulce. Esta vez no puedo decir cuál es mi personaje favorito porque todos ellos me han conquistado por igual, los cuatro me han ganado. En este libro prácticamente solo los conocemos a ellos porque los que aparecen como personajes secundarios casi no tienen notabilidad, aunque reconozco que me habría encantado descubrir con más profundidad tanto a los padres de Aanye y Cristian como a Maila.

Este libro presenta un mundo de sirenas y tritones que me ha gustado mucho porque me ha resultado muy original y visual. A pesar de las similitudes que tiene con el nuestro, he disfrutado mucho con la magia que aportan las brujas del mar y el singular vestuario de sus habitantes. Al igual que me ha parecido muy especial que el dibujo y color de las escamas de cada uno de ellos sea distinto y se convierta en un acto tan íntimo mostrárselas a otro. Con la creación de este mundo se aprecia la gran imaginación que tiene la autora, pero desgraciadamente me ha sabido a poco porque por un suceso que ocurre solo se nos permite estar en él un cuarto de la historia, por lo que me he quedado con muchísimas ganas de conocerlo en más profundidad.

FanArt realizado por Iceberg de papel.

El fondo del océano lo abandonamos muy pronto, pero la autora nos lo compensa llevándonos a una ambientación de ensueño. Nos traslada a Hawái, más concretamente a Oahu. A partir de ese momento se nos permite visitar lugares extraordinarios gracias a los viajes que realizan nuestros protagonistas, aunque sin dudarlo mi escenario favorito ha sido las Cataratas Waimea. Sin embargo, confieso que no me habría importado que las descripciones de estos sitios fueran más extensas, ya que las he sentido un pelín cortas.

La ambientación tanto la del fondo del mar como la de Hawái sirven para que se produzca lo verdaderamente importante de esta novela que es la trama romántica que se nos ofrece. Nos encontramos con dos romances que me han hecho disfrutar mucho porque se sienten muy creíbles al estar desarrollados a fuego lento, pero que a la vez son muy diferentes entre sí. Uno de ellos lleva formándose desde que eran niños, pero que por no faltar a su deber no han podido llegar a más a pesar de lo que se desean. Mientras que el otro se ha creado por permitir conocerse durante un tiempo y compartir muchos momentos juntos. Pero ambos se asemejan por las grandes dosis de pasión que nos regalan, aunque uno se deje llevar antes que el otro. No puedo decir que pareja se ha convertido en mi preferida porque las dos me han enamorado por igual.

Esta era la primera vez que besaba a alguien y nunca hacía imaginado que un beso te pudiera hacer sentir de esa manera, que un beso te pudiese consumir de esa manera.

A pesar de que ha sido una lectura que me ha gustado mucho reconozco que no ha sido la historia de sirenas que yo esperaba, ya que en sus páginas me he encontrado con más romance que fantasía. Me hubiera gustado que los protagonistas no pasaran tanto tiempo en la superficie porque en ocasiones los sentía más humanos que sirenas. Al igual que también habría agradecido que su trama tuviera más acción, peligros y giros. Aun así, es una buena novela de romance y también es ideal para los lectores que se quieran estrenar con la fantasía. Estoy segura que si antes de empezarlo hubiera sabido que era un libro más de romance que de fantasía lo habría disfrutado incluso más de lo que lo he hecho.

El final que presenta esta novela me ha agradado mucho porque es el que yo deseaba, aunque esperaba que hubiera más complicaciones hasta llegar a él. Al igual que he disfrutado mucho del epílogo que se nos ofrece porque al estar desarrollado un año después de la trama actual podemos saber cómo les va a los protagonistas, sin embargo, me he quedado con ganas de conocer algunos detalles más.

En definitiva, Una sirena en Hawái es una historia muy adictiva que primero nos sumerge en el océano para mostrarnos un mundo de sirenas y tritones de lo más original y que después nos lleva a la superficie para estar en una ambientación de ensueño como es Hawái. Asimismo, nos regala dos romances muy creíbles, desarrollados a fuego lento y llenos de pasión, pero que a la vez son muy distintos entre sí. Al igual que nos permite conocer a cuatro grandes protagonistas que consiguen ganarnos por sus potentes personalidades. Aunque todavía habría disfrutado más de esta novela si la fantasía hubiera estado más presente en su interior. Si estás buscando una lectura refrescante, llena de amor y que te lleve a lugares exóticos, ¡este es tu libro!

Muchas gracias a Arianne Martín por el ejemplar.

¿Lo conocíais? ¿Lo habéis leído? ¿Qué os pareció? ¿Queréis leerlo? ¿Os gusta las historias de sirenas? Contadme.