Reseña #226 - Ylandra I. Tiempo de osadía de Roberto Navarro Montes.

¡Hola, icebergs! Hoy os traigo la reseña de la primera parte de una saga de fantasía grimdark que ha conseguido cautivarme tanto por la ambientación tan cuidada y detallada que presenta como por la gran cantidad de tramas que nos ofrece. Por lo que espero que os animéis a darle una oportunidad y os dejéis conquistar por sus numerosos personajes. ¡Comenzamos!

Es época de cambios en la República de Ylandra y la quietud de una calma tensa se quiebra ante los brotes de conspiraciones, vendetas y traiciones.

Las elecciones para cubrir el puesto de gobernador del oeste, poderoso estado esclavista, se convierte en escenario de la rebelión de los sometidos anirios. Un alzamiento alentado por un misterioso asesino de terratenientes conocido como el Inferus.

La Escuela, una institución que instruye a jóvenes con dones extraordinarios y los forma como maestros, ve peligrar la estabilidad y hegemonía con las que ha guiado y apoyado a los gobiernos de la República durante siglos. La premonición que asalta a uno de sus maestros anuncia su propia destrucción, mientras el Estado del Norte abre viejas heridas al mantener la ocupación de un territorio que no les pertenece.

Entre tanta turbación, los susurros de una profecía olvidada se extienden por una fortaleza oculta, donde la prohibida y creída extinta Orden de Addai decide acudir a sus eternos enemigos para evitar el destino de Ylandra. Depositan la última esperanza en el maestro Aleyn Somerset, señalado como traidor y genocida. Alguien a quien todos dan por ajusticiado y muerto.

La amenaza del fin ya ha comenzado a cumplirse. Los Tres han despertado y su odio lo consumirá todo. Dioses que sembrarán el caos frente a hombres de un mundo dividido.

No hay lugar para la cobardía. Es tiempo de ser osados.

Todos los años me adentro en un montón de nuevas historias de distintos géneros literarios, pero estoy segura de que si hiciese un recuento la mayoría de estos libros serían de fantasía porque solamente con saber que sus páginas van a estar impregnadas de magia, aunque solo sea de una mísera gota, no puedo evitar sumergirme en esa novela y descubrir el extraordinario mundo que se esconde en su interior. Así que cuando se me presentó la posibilidad de introducirme en esta saga no lo dudé ni un segundo y me perdí rápidamente entre sus hojas. En ellas me he encontrado con una lectura que bien puede presumir de tener una extraordinaria ambientación, de unos carismáticos personajes y de un complejo entramado.

Ylandra I. Tiempo de osadía es la primera entrega de la saga titulada Ylandra que estará compuesta por seis tomos. Esta novela presenta una estructura muy particular. Comienza con una especie de introducción de cinco páginas a modo de prólogo y continúa dividida en capítulos sin enumerar, por lo que en vez de hallarnos en su inicio con un número nos topamos con el nombre del personaje narrador de ese capítulo. La longitud de los mismos es muy regular, ya que todos ellos presentan una extensión bastante corta consiguiendo dotar a la novela de un ritmo de lectura muy ágil dónde las páginas prácticamente vuelan solas. Toda la narración se da en tercera persona desde el punto de vista de los nueve personajes principales, por lo que se nos ofrece la oportunidad de descubrirlos a todos con la misma profundidad y de saber que ocurre en cada instante, así que he quedado totalmente satisfecha con la opción de narración escogida. Además, nos encontramos al abrir el libro con un mapa a todo color de Ylandra para que en todo momento logremos estar ubicados. Es una obra que cuenta con una edición muy bonita y cuidada al milímetro como todas las del catálogo de esta editorial.

—¿Quieres un consejo, chico? —dijo Aleyn molesto—. Nunca te fíes de las palabras de quien conoce el futuro. Sabrá qué decir y qué hacer para que tú hagas lo que él quiere. Sería como entrar en una partida de un juego amañado. Ganar es imposible.

La pluma del autor es muy amena, directa y sensible. Además, sabe explicar con mucha facilidad el funcionamiento del mundo tan oscuro que ha creado. También es capaz de transmitir un montón de emociones al lector a través de sus palabras. Posee un estilo muy equilibrado al utilizar la narración y el diálogo en la misma proporción. Los diálogos surgen de una manera natural, espontánea y con un contenido muy potente, por lo que no se perciben ni forzados ni insulsos. Las descripciones son muy detalladas y están cuidadas al milímetro, pero al estar relatadas de una manera ligera no llegan a sentirse pesadas, son ideales para hacernos creer que nosotros mismos estamos pisando todos los rincones de Ylandra por donde se mueven los personajes. Asimismo, si la escena lo requiere las descripciones se vuelven más sangrientas y violentas, proporcionándole mucha autenticidad a ese instante. Es la primera vez que leo a este autor, pero su forma de escribir me ha cautivado tanto que quiero seguir perdiéndome en más novelas suyas y por supuesto continuar leyendo esta saga.

En esta ocasión nos encontramos ante una novela coral en la que recae el protagonismo en nueve grandes personajes. A pesar de ser un número de narradores muy considerable todos ellos son necesarios para el avance de la historia. Estos nueve personajes están perfectamente creados y definidos, por lo que resulta muy fácil conocerlos profundamente y saber cuáles son sus sentimientos en todo momento. Al igual que se sienten muy reales porque no son perfectos, sino que tienen tanto aciertos como errores. Son personajes con luces y sombras, es decir, humanos. Además, a lo largo de la novela se aprecia en ellos la gran evolución que sufren debido a los acontecimientos que les toca vivir. Estos son Mara, Siara, Güido, Aleyn, Jules, Viktor, Rommel, Annelyn y Allyson. Todos ellos me han parecido muy interesantes y diferentes, pero con los que más he empatizado y se han ganado un hueco en mi corazón para siempre han sido Mara, Siara, Güido y Jules. A los nueve los he comprendido, pero desde el principio no he podido evitar encariñarme de los cuatro que acabo de nombrar. En este primer tomo no solo nos topamos con estos nueve narradores, sino que también descubrimos a un montón de personajes secundarios. A pesar de ser secundarios los conocemos de manera bastante profunda y todos ellos están muy bien trabajados y definidos. Mis preferidos han sido Enara y Samael por las personalidades tan especiales que tienen y he odiado profundamente a Deian por su forma de pensar. Uno de los grandes motivos por los que he acabado tan enamorada de esta obra ha sido a causa de sus personajes.

El autor ha creado un mundo muy completo y con mucho potencial por donde se desplazan sus personajes. Poco a poco, pero de una manera muy detallada y directa, se nos presenta en este primer tomo la República de Ylandra. Se nota con el mimo que Roberto la ha diseñado porque se siente muy real. Ylandra se encuentra dividida en seis estados y tienen ideologías distintas. Por ejemplo, en algunos lugares la esclavitud está permitida mientras que en otros no. Al igual que dependiendo de dónde nos hallemos la homosexualidad se considera un delito o no. Asimismo, en este país conviven dos razas diferentes, los irios y los anirios. Principalmente se distinguen en que los segundos no tienen iris en sus ojos, pero es un rasgo físico que les cuesta muy caro si viven en alguno de los estados más radicales porque pasan a ser inmediatamente esclavos. Ylandra es un territorio complejo y lleno de matices, pero el autor lo explica tan bien y suelta la información a través de pequeñas dosis para no saturar al lector, que rápidamente comprendes todo y te notas dentro de él, sin sentirte perdida en ningún momento.

FanArt realizado por Iceberg de papel a través de esta imagen.

Debido al género literario en el que se engloba esta saga no pude faltar en Ylandra un componente mágico. Este se da en una institución llamada La Escuela. Todos los niños de once años, independientemente de si son irios o anirios, son evaluados y si poseen el don ingresan en La Escuela para desarrollar sus habilidades especiales. En este lugar se estudian seis disciplinas y cada aspirante debe escoger la que más le guste. Estas son: alquimia, cronismo, mentalismo, sanación, brebajes y sanctorum. Por ejemplo, si se elige cronismo se tiene la posibilidad de ver el pasado y el futuro o si se prefiere mentalismo ese aspirante puede introducirse en la mente de otra persona. Cada disciplina es distinta, pero igual de interesante y especial. Mi parte favorita de este inicio de saga han sido todos los capítulos relacionados con La Escuela porque es un elemento que le proporciona a la historia un toque muy original y curioso.

La historia que se nos ofrece en esta primera parte está formada por un montón de tramas diferentes que se van cruzado entre ellas. Ocurren tantos acontecimientos distintos que rápidamente se convierte en una lectura que engancha y de la que es imposible aburrirse a pesar de la gran cantidad de número de páginas que tiene. Además, presenta muchos giros argumentales totalmente inesperados y sorprendentes que logra hacer a esta novela todavía más adictiva. A pesar de lo interesante que resultan todas las tramas que se dan es inevitable que unas nos llamen más la atención que otras. Por ejemplo, he disfrutado mucho con la trama del Inferus, un asesino que quiere abolir la esclavitud. Al igual que también me ha producido mucho interés la trama de la profecía de Los Tres. En cambio, la trama política se me hacía más pesada al no ser tanto de mi interés aunque está perfectamente elaborada.

Era un esclavo. Nació siéndolo y moriría siéndolo. Albergar esperanzas en sentido contrario significaba adentrarse en el sendero de la locura.

En este libro gracias a los sentimientos de sus personajes se nos regala páginas llenas tanto de amistad y amor como de venganza y traición. Personalmente me ha gustado mucho un romance que se produce, aunque es considerado prohibido por el lugar en el que se da. Al igual que también he disfrutado mucho de una amistad que surge entre dos personajes que empiezan con mal pie, pero que acaban unidos al compartir su día a día. Aunque reconozco que al haber tantos personajes esperaba encontrar más tramas románticas porque las disfruto mucho, pero confío que se produzcan en las próximas entregas de la saga.

El final que presenta este tomo inicial de saga es muy sorprendente y en él se nos revela informaciones tanto importantes como esperadas, por lo que me ha dejado muy satisfecha. Es tan abierto que produce muchas ganas de adentrarse en su continuación titulada Ylandra II. Tiempo de guerra.

En definitiva, Ylandra I. Tiempo de osadía es el inicio de una saga de fantasía grimdark muy potente y original que ha sabido cautivarme de principio a fin. Además, gracias a esta novela he conocido un mundo que me ha ganado completamente por su complejidad, por lo real que lo he sentido y por el componente mágico tan interesante que posee. Asimismo, ha sido una historia que rápidamente ha logrado engancharme a sus páginas debido a las múltiples tramas diferentes que tiene y a los giros argumentales tan sorprendentes que presenta. Al igual que he disfrutado mucho conociendo a sus nueve distintos personajes narradores e incluso varios de ellos han conseguido robarme el corazón. Si estás buscando una lectura adictiva, con muchos enredos y con una ambientación muy cuidada, ¡este es tu libro!

Muchas gracias a Roberto y Ediciones Labnar por el ejemplar.

¿Lo conocíais? ¿Lo habéis leído? ¿Qué os pareció? ¿Queréis leerlo? ¿Os gusta las historias de fantasía grimdark? Contadme.