Reseña #217 - Abril descubre el mar y los helados de fresa de Diana Pardo.

¡Hola, icebergs! Hoy os traigo la reseña de una novela romántica contemporánea que me ha resultado muy adictiva, entretenida y ágil de leer. Por lo que espero que os animéis a darle una oportunidad y os dejéis conquistar por la gran evolución que sufre su protagonista. Cargando reseña en 3,2,1... ¡Arrancamos!

Abril vive una vida de ensueño, o eso piensa ella. Ha adquirido el pack completo: marido, hijo y deudas en el banco. Cuenta con veinte años de feliz matrimonio junto a su media naranja, Pedro, y con las dos mejores y alocadas amigas que se podría desear: Maura, azafata de vuelos transoceánicos y experta en cruzar meridianos y Susana, abogada de familia con muchas dudas existenciales. De repente, su vida da un vuelco cuando Pedro le anuncia que ha aceptado un puesto de trabajo en Miami… donde ha conocido una nueva ilusión con nombre de mujer.

Justo en ese momento comienza el desarrollo personal de la protagonista que, con la ayuda de sus dos fieles amigas, tendrá que encontrar la manera de ser fuerte y seguir adelante. En medio de este caos, Abril conoce a Óscar, un atractivo y maravilloso preparador físico doce años menor que ella. A pesar de su juventud, será el guía que le muestre el camino para vivir desde la gratitud, volviendo a abrir su corazón y despertando de nuevo su apetito sexual. Pero, ¿qué ocurre cuando Pedro se da cuenta de que ha cometido un error y quiere volver a su hogar, dulce hogar?

Un romance maravilloso en el que el amor verdadero y saludable prevalece sobre las relaciones tóxicas y los tabúes sociales.

La romántica contemporánea es un género literario que me tiene totalmente conquistada porque al plasmar en sus páginas situaciones tan cotidianas me resulta muy fácil sentirme identificada en ellas, por lo que frecuentemente me hallo sumergida en novelas de este estilo. Así que cuando descubrí que se publicaba este libro con un título tan curioso y que me iba a permitir estrenarme con otra pluma nacional decidí que quería perderme entre sus hojas cuanto antes. En su interior me he encontrado con una lectura muy adictiva y entretenida que nos muestra cómo seguir adelante cuando desaparece una estabilidad que creíamos que duraría para siempre.

Este libro se encuentra partido en dos partes llamadas respectivamente Abril descubre el mar y los helados de fresa y Abril conquista el mar y los helados de fresa. El grosor de las mismas es muy similar, aunque la primera cuenta con unas poquitas páginas más que la segunda. A su vez cada parte se halla dividida en capítulos pero no vienen enumerados, sino que al inicio de cada uno de ellos nos topamos con un título propio dándonos una pista de su contenido. La longitud de los capítulos es muy regular, ya que todos ellos presentan una extensión cortísima consiguiendo dotar a la novela de un ritmo de lectura muy ágil dónde las páginas prácticamente vuelan solas. Toda la narración se da en primera persona, siendo Abril la responsable de relatarnos su historia. Esta obra no podría estar contada de otra forma, ya que el lector necesita la cercanía de Abril para comprender a la perfección todos los sentimientos que experimenta, por lo que estoy muy satisfecha con la opción de narración escogida.

—Improvisar da mucho miedo, pero a veces es la mejor opción: no conocer el resultado, arriesgarse, tomar un camino distinto... —continuó Maura.

La pluma de la autora es muy amena, fresca y directa. Además, a través de sus palabras consigue transmitirnos un montón de sentimientos. Posee un estilo muy equilibrado al utilizar la narración y el diálogo en la misma proporción. Los diálogos surgen de una manera natural, espontánea y con un contenido muy explosivo, por lo que no se perciben ni forzados ni insulsos. Las descripciones son ligeras, aunque cuentan con los detalles necesarios para lograr trasladarnos fácilmente a los escenarios por dónde se mueve nuestra protagonista. Es la primera vez que leo a esta autora, pero su forma de escribir me ha cautivado tanto que estoy deseando hacerme tanto con su trilogía anterior titulada Sofá para tres como con otras obras que publique en un futuro.

La protagonista absoluta de esta historia es Abril, una mujer de casi cuarenta años que lleva una vida feliz junto a su hijo Álex y a su marido Pedro. Pero un día su mundo se tambalea cuando su marido le dice que se va a trabajar a otro país y que quiere romper su matrimonio de veinte años porque ha conocido a otra mujer. En ese momento se ve obligada a romper con su estabilidad y a construir una nueva vida. Es un personaje que está perfectamente creado y definido por lo que resulta muy fácil conectar profundamente con ella, a pesar de las ocasiones en las que me ha puesto un poco nerviosa al darle tanta importancia a la edad y al costarle tanto despegarse de su pasado. Pero precisamente es de esto de lo que trata la novela, del largo y difícil proceso de dejar atrás a la antigua Abril para que pueda surgir una nueva. He quedado completamente enamorada tanto de la gran evolución que sufre como la fortaleza que demuestra tener. Pero en este libro no solo conocemos a Abril, sino que nos encontramos con varios personajes más que forman parte de su vida y que resultan muy importantes al recaer sobre sus hombros parte del peso de la trama. En primer lugar, tenemos a su hijo Álex. Al igual que su madre se ve obligado a dejar marchar su antigua rutina y a adaptarse a la nueva. Me ha parecido un niño muy adorable. En segundo lugar, tenemos a Maura y Susana, sus mejores amigas. A pesar de ser muy distintas entre sí forman un tándem perfecto y siempre están para apoyarse mutuamente. En tercer lugar, tenemos a su marido Pedro y a su nuevo amigo Óscar. Mientras que Óscar nos sorprende con su bondad infinita, Pedro lo hace con su egoísmo. Y por último tenemos a su madre y a su pareja Jose Mari que siempre están preparados para ayudarle en lo que necesiten. Todos los personajes que conocemos están perfectamente trabajados y definidos, por lo que fácilmente sabemos cómo es su personalidad y su manera de actuar.

Nos encontramos ante una historia de amor, amistad y superación personal que ha conseguido tenerme pegada a sus páginas de principio a fin. Aunque reconozco que a pesar de lo ágil y adictiva que me ha resultado esta lectura me habría gustado que la sinopsis aportara menos información, ya que con los datos que da quita algunas sorpresas y convierte en más predecible la trama. Pero aun así me ha gustado tanto porque lo importante de esta novela no es sorprender, sino mostrarnos el cambio que sufre Abril en su vida.

FanArt realizado por Iceberg de papel.

Es una novela que nos enseña que una ruptura inesperada y dolorosa también puede ser liberadora. Abril creía que su antigua vida la hacía feliz, aunque una vez que su matrimonio se rompe descubre que poco a poco había ido perdiendo su esencia. Se da cuenta que se había olvidado de ella misma y de sus sueños, pero también aprende que nunca es tarde para florecer de nuevo. Es una historia que nos deja con una sonrisa en la cara por toda la esperanza y fortaleza que transmite.

En el proceso del desarrollo personal de nuestra protagonista es muy importante la aparición en su vida de Óscar, un chico doce años menor que ella. Óscar le ofrece su amistad y grandes momentos de pasión, pero a Abril le produce muchas dudas la diferencia de edad que existe entre ellos en continuadas ocasiones. He disfrutado mucho con este romance porque me ha encantado lo natural que es, la complicidad que se nota entre ellos y que no le pongan ninguna etiqueta. Al igual que me ha gustado mucho que la autora nos enseñe los tabúes sociales que todavía existen cuando en una relación una mujer es mayor que el hombre.

En aquellos momentos, me daba igual adónde me llevase; de hecho, ojalá me llevase muy lejos. Solo por una noche, solo por esa noche, iba a permitirle una tregua a mi depresión, una noche libre, con él…

La amistad es otro pilar fundamental donde se sostiene este libro. Maura y Susana son un gran apoyo para Abril, ya que con ellas comparte tanto sus penas como sus alegrías y también son las compañeras perfectas para cometer locuras. Me ha encantado la amistad tan bonita que tienen y los momentos tan divertidos que nos regalan. Además, gracias a esta amistad se nos ofrece dos subtramas románticas muy distintas entre sí, derivadas de contarnos el día a día de Maura y Susana, que me han resultado muy interesantes y adictivas. Mientras que una nos muestra una relación tóxica, la otra nos enseña que en cualquier momento nuestros gustos pueden cambiar.

El final que presenta este libro me ha gustado muchísimo porque es el que deseaba y me ha parecido muy bonito. Pero reconozco que me ha faltado un epílogo que nos contara como sigue todo pasado un tiempo, que aunque es fácil de deducir, lo hubiera agradecido porque así estarían totalmente cerrados los pequeños frentes que quedan un pelín en el aire.

En definitiva, Abril descubre el mar y los helados de fresa es una novela romántica contemporánea muy adictiva, ágil de leer y entretenida con la que he disfrutado mucho. En ella me he encontrado con una gran superación personal y fortaleza por parte de la protagonista al verse obligada a enfrentarse al giro radical que da su vida. Al igual que me he topado con un romance que me ha encantado al sentirlo muy natural y desprender tanta química. Además, he hallado en sus páginas una amistad muy bonita que proporciona muchos momentos divertidos y también dos subtramas románticas muy interesantes. Si estás buscando una lectura para devorar rápidamente y de la que te enamores de sus personajes, ¡este es tu libro!

Muchas gracias a Titania por el ejemplar.

¿Lo conocíais? ¿Lo habéis leído? ¿Qué os pareció? ¿Queréis leerlo? ¿Os gusta la romántica contemporánea? Contadme.