Reseña #178 - El hogar de niñas indeseadas de Joanna Goodman.

¡Hola, icebergs! ¿Notáis que el espíritu navideño ya ha llegado al blog? Espero que os guste el diseño que lucirá durante toda esta bonita época. Hoy os traigo la reseña de una novela histórica que ha logrado calarme muy hondo tanto por la dureza que presenta como la esperanza que transmite. Espero que os animéis a darle una oportunidad y os dejéis maravillar por lo especiales que son sus protagonistas. ¡Comenzamos!

En el Quebec de los años cincuenta, los franceses y los ingleses se toleran a duras penas.

Maggie es hija de un angloparlante y de una francocanadiense, y entre las ambiciones de su padre no existe la posibilidad de que su hija se case con Gabriel Phénix, un joven francés y de clase baja, que vive en la granja de al lado. Sin embargo, el corazón de Maggie le pertenece por completo. Cuando Maggie se queda embarazada a los quince años, sus padres la obligan a dar en adopción a Elodie apenas nace, para «reencaminar» su vida.

Elodie crece en el «hogar de niñas indeseadas», un sitio al que van todos los bebés nacidos «en pecado», que forma parte del empobrecido sistema de orfanatos de Quebec.

La vida de Elodie es bastante inestable y da un giro trágico cuando ella y miles de huérfanos son declarados enfermos mentales como consecuencia de una nueva ley que provee más fondos para los hospitales psiquiátricos que para los orfanatos.

Maggie, que ahora está casada con un banquero que desea empezar una familia, no puede olvidar a la hija que fue obligada a abandonar. Y el pasado parece empeñado en visitarla una y otra vez, hasta que, diez años más tarde, un reencuentro fortuito con Gabriel la enfrenta a una decisión desgarradora.

A lo largo de los años, las vidas de Maggie y Elodie se entrecruzan, pero parece que nunca llegarán a tocarse.

Tardé mucho tiempo en animarme a probar el género histórico porque equivocadamente pensaba que sería para mí una temática aburrida al no ser una gran amante de la historia. Pero sólo necesité sumergirme en una obra de ese estilo para darme cuenta de lo especial que es esa literatura, ya que es la única capaz de llevarme a épocas pasadas que de otra manera no podría visitar. Así que es un género literario que actualmente me tiene completamente fascinada y siempre que se me presenta la oportunidad de perderme en una nueva novela de estas características me encuentro totalmente preparada para conocer todos los secretos que esconde en su interior. Entre las páginas de este libro me he topado con una historia muy dura y difícil pero que a la vez ha sabido tocarme muy dulcemente el corazón.

Este libro comienza con un prólogo desarrollado en 1950 y continúa dividido en cuatro partes que abarcan un determinado período de tiempo. La primera parte se llama Control de malezas y acoge desde el año 1948 hasta el 1950, la segunda se denomina Trasplantar fuera de temporada y nos lleva desde 1954 a 1961, la tercera se apoda Familias de flores y nos conduce desde el 1961 al 1971 y la cuarta y última parte se titula Plantar y se desenvuelve únicamente en el año 1974. El grosor de cada parte es bastante irregular, ya que cada una de ellas contiene un número muy diferente de páginas. La última parte es la más corta mientras que la segunda es la más larga. En cambio, tanto la primera como la tercera presentan un ancho muy similar. En su conjunto, esta obra contiene un total de cincuenta y seis capítulos. La longitud de todos ellos es bastante regular porque normalmente presentan una extensión muy corta, impidiendo que se hagan pesados y dotando a la novela de un ritmo de lectura muy ágil. Toda la narración se da en tercera persona íntegramente desde el punto de vista de Maggie y Elodie, aunque Maggie tiene mucho más capítulos que Elodie. Al inicio de cada capítulo nos encontramos con el nombre de la narradora para que en ningún instante nos sintamos perdidos. Me ha parecido un gran acierto que se nos permita descubrir esta historia a través de los ojos de la madre y de la hija pero si se hubiera utilizado una narración en primera persona creo que todavía me habría enamorado más, ya que aún las hubiera sentido más cercanas. La edición como todas las de esta editorial es una auténtica maravilla y está cuidada al milímetro. Es una obra muy completa tanto en estructura como en maquetación.

Quizás la muerte sea la única salida viable. Decide que nunca más llorará la muerte de otra chica de Saint-Nazarius. ¿Por qué lo haría? Son libres, están en paz y ella, Elodie, es la que se queda en el infierno.

La pluma de la autora es sencilla, cuidada y muy amena. Posee un estilo equilibrado al encontrarse la narración y el diálogo en la misma proporción. Los diálogos surgen de una manera muy natural y espontánea, por lo que no se perciben forzados. El contenido de todos estos es mayoritariamente potente aunque tengo que confesar que algunos de ellos los he sentido demasiados simples para mi gusto. Las descripciones son detalladas pero relatadas de una manera muy ligera por lo que no llegan a hacerse pesadas en ningún momento, son perfectas para hacernos sentir que pisamos los mismos lugares que Maggie y Elodie. Es la primera vez que leo a esta autora y aunque su escritura me ha cautivado en gran medida, reconozco que en su pluma me ha faltado más intensidad y cercanía para los acontecimientos tan duros que contiene esta historia. Pero aun así, quiero seguir leyendo más obras suyas, por lo que no le perderé la pista. 

Las protagonistas absolutas de esta historia son Maggie y Elodie. Ambas están perfectamente elaboradas y definidas, por lo que resulta muy fácil conectar con ellas profundamente. Además, como las acompañamos durante varios años podemos apreciar en las dos una gran evolución y ser partícipes de su crecimiento y madurez. En un inicio conocemos a una Maggie muy inocente y enamoradiza que acaba convirtiéndose en una mujer muy luchadora e independiente. Al igual que un principio descubrimos a una Elodie tímida y temerosa que termina siendo una chica muy fuerte y valiente. Tanto la madre como la hija me han enamorado completamente porque son dos personajes muy especiales, por lo que no puedo decir cuál me ha gustado más. Pero en esta obra no solo conocemos a ellas dos, sino que durante todos los años en los que se desarrolla esta historia descubrimos a un montón de personajes secundarios. Todos ellos están muy bien trabajados y definidos, por lo que los conocemos en gran medida. Aunque hay muchísimos los que más destacan son Gabriel y los padres de Maggie. Gabriel ha sido mi personaje secundario favorito porque es muy encantador y luchador. Con los padres de Maggie he tenido una relación de amor/odio porque tienen comportamientos intolerables aunque me ha gustado que con el tiempo intenten arreglar los grandes errores que cometieron. Todos los personajes que aparecen son necesarios porque aportan su granito de arena pero para mí las más especiales son Maggie y Elodie porque consiguen traspasar el papel para tocar el alma del lector.

Nos encontramos ante una historia muy dura donde se nos muestra el tormento de una joven madre de dieciséis años que tiene que dejar a su hija para siempre en el orfanato por no contar con la aprobación y apoyo de sus padres. Además, también se nos enseña el sufrimiento de esa hija por los tratos dolorosos que tiene que soportar en ese lugar y por el sentimiento de abandono que le abordara toda su vida. En realidad, no nos topamos con una trama propiamente dicha, sino que nos hallamos ante una historia de personajes, ya que descubrimos como es la vida de la madre y la hija durante unos cuantos años. Es una obra que hace sufrir al lector porque transmite tristeza y contiene escenas muy crudas pero relatadas con mucha delicadeza, sin ser explicitas, aunque también regala esperanza, lucha y perdón. Nos da una de cal y otra de arena, ya que nos aporta tanto valores negativos como positivos.

FanArt realizado por Iceberg de papel.

Esta novela nos hace viajar del año 1948 hasta el 1974 donde la situación es muy distinta a la actual. Gracias a este tipo de obras nos damos cuenta de lo mucho que ha avanzado y evolucionado la sociedad. Normalmente los libros históricos que he leído estaban desarrollados en épocas mucho más lejanas a la que nos encontramos aquí, por lo que me ha resultado muy atractiva porque no sabía la situación que había en ese período. También me ha cautivado todo lo que le enseña al lector sobre la agricultura debido a la tienda de semillas que tiene la familia de Maggie. La autora ha realizado un gran trabajo de documentación, ya que el contexto que presenta la historia está perfectamente plasmado en su interior.

En esta lectura también tiene cabida el amor. El romance principal que nos encontramos en sus páginas ha conseguido atraparme totalmente por lo complicado y prohibido que es, como por lo tierno, dulce y verdadero que se siente. Al igual que la gran química que hay entre los dos personajes que forman este bonito amor. Aunque reconozco que he echado de menos toparme con más escenas de ellos juntos aunque comprendo que lo importante de esta historia no es esta relación, sino la vida de Maggie y Elodie. 

Ser una mujer en un mundo de hombres no es mucho más fácil que ser un francocanadiense en un mundo inglés, ¿no es cierto?

A pesar de lo mucho que me ha gustado esta obra no la he podido disfrutar al máximo porque he percibido una precipitación constante en su desarrollo. He echado en falta que en algunos momentos que para mí eran importantes estuvieran más desarrollados y no se pasaran tan por encima sobre ellos, ya que de esta manera sentía que la historia avanzaba demasiado rápida. Aunque entiendo que al ser tantos años los que se narran en tan pocas páginas es difícil darle el mismo espacio a la multitud de escenas que se producen.

El final que presenta este libro me ha gustado mucho porque acaba de la manera tan dulce y tierna que deseaba. Aunque reconozco que si hubiera tenido un epílogo que todavía cerrara todo de manera más completa habría quedado más satisfecha. Pero aun así me ha enamorado la forma en la que termina. 

En definitiva, El hogar de niñas indeseadas es una historia muy dura pero esperanzadora donde se nos muestra como son las vidas de una joven madre y su hija al verse obligadas a separarse para siempre. Además, debido al gran trabajo de documentación realizado por la autora se nos traslada fácilmente a la época que va desde el año 1948 hasta el 1974 enseñándonos lo mucho que ha cambiado y evolucionado la sociedad. Al igual que también se nos hace partícipes de un dulce y verdadero romance. Asimismo, quedamos totalmente enamorados de sus protagonistas porque son tan especiales que logran alcanzar tu alma para quedarse eternamente. Si buscas una lectura que te cale muy hondo y que te enseñe el auténtico sentimiento de unión, ¡éste es tu libro!

Muchas gracias a Umbriel por el ejemplar.

¿Lo conocíais? ¿Lo habéis leído? ¿Os gustó? ¿Queréis leerlo? ¿Sois apasionados del género histórico? Contadme.