Reseña #205 - Nunca digas tu nombre de Jackson Bellami.

¡Hola, icebergs! Hoy os traigo la reseña de un thriller paranormal juvenil que me ha tenido enganchada desde la primera página hasta la última y que ha sido capaz de provocarme muchas emociones. Espero que os animéis a darle una oportunidad y disfrutéis de esta lectura tan sorprendente. Cargando reseña en 3,2,1... ¡Arrancamos!

Connor Payton lo tenía todo, pero ya no tiene nada. Tras una horrible fiesta, Connor ha muerto.

El joven construyó una peligrosa vida a su alrededor que le ha llevado a dejar de existir. Al menos, como un chico normal.

Su fantasma está atrapado en el laberinto de mentiras, promesas vacías y chantajes que él mismo creó.

Ahora, sin sueños con los que obsesionarse, su único deseo es averiguar la verdad. Y piensa prender fuego a Valley Rock si es necesario.

Su mejor arma: poseer a todos a su alrededor para obtener respuestas. Porque solo alguien cercano pudo acabar con su vida. Su mayor inconveniente: conocer el nombre de la persona para poder entrar en su cuerpo. Y nadie es quien dice ser.

Connor se forjó demasiados enemigos. Cualquiera podría ser su asesino.

El tiempo en este mundo se le acaba. Las sombras reclaman su alma.

Todos los lectores amantes del thriller juvenil deberían leer a Jackson Bellami porque se embarcarán en novelas muy sorprendentes y adictivas que además saben transmitir muchas emociones y reflexiones muy necesarias. Mi primer contacto con él fue el pasado año a través de su obra titulada Michael merecía morir que me conquistó tanto que instantáneamente supe que siempre que pudiera volvería a repetir con él. Ha sido este año cuando he podido reencontrarme con su pluma mediante su última publicación llamada Nunca digas tu nombre. Con este libro el autor no se ha conformado solamente con tenernos enganchados de principio a fin y dejarnos con la boca abierta a causa de los grandes giros inesperados que contiene, sino que además ha querido hacerlo más original e interesante añadiéndole una emocionante trama paranormal.

Tanto la estructura como la edición que presenta este libro son muy especiales y completas. Empieza ofreciéndonos una playlist para poder escuchar todas las canciones que se nombran en la historia, continúa con una especie de introducción de dos páginas y después se divide en tres partes, o mejor dicho, en tres temporadas que es como las llama el autor porque quiere hacernos sentir que nos encontramos dentro de una serie de televisión. El grosor de las mismas es muy similar y aunque todas ellas me han parecido súper interesantes mi favorita ha sido la tercera al avanzar la trama a contrarreloj. Estas tres temporadas se hallan divididas en capítulos sin enumerar. A través de estos capítulos nos conduce alternativamente a tres líneas temporales que nos lleva al pasado para mostrarnos el último curso escolar de Connor, a la última noche de vida de Connor y al presente donde Connor se ha convertido en un fantasma. Tanto los capítulos del pasado como los del presente poseen cada uno de ellos un título propio que corresponde con el nombre de una película, aunque la mayoría de estos están modificados para adaptarse totalmente a la trama y que además nos ofrecen una pista sobre el contenido de ese capítulo. Asimismo, comparten una longitud muy parecida que, aunque son de extensión media proporcionan un ritmo de lectura muy ágil a la novela. Mientras que los capítulos que nos enseñan la última noche de Connor no tienen ningún título y no duran más de dos páginas. Tanto la edición como la narración cambian según en qué línea temporal nos hallemos. Si estamos en el pasado los capítulos están narrados en tercera persona y las páginas son blancas con bordes negros, si vamos a la última noche de Connor también nos encontramos con una narración en tercera persona, pero las páginas son totalmente negras y si nos trasladamos al presente los capítulos pasan a estar contados en primera persona por Connor Payton y las páginas tienen bordes negros de los que salen unas manos que aumentan su cantidad según avanza la trama. La edición de este libro no solo se basa en el borde o color de las páginas, sino que también nos regala imágenes de algunas escenas, publicaciones en las distintas redes sociales, mensajes de WhatsApp y notas de papel que logran hacer esta lectura más visual e interactiva. Esta novela ha sido creada para deleitar totalmente al lector porque no solo nos regala una trama muy sorprendente y compleja, sino que nos permite vivir la historia al máximo gracias a la edición tan maravillosa que ha diseñado la editorial.

Soy un maldito cretino. Cada día que paso en este mundo desde mi muerte menos dudas tengo sobre por qué tuvo que ocurrirme a mí. Solo recogí lo que sembré en vida. Soy los efectos secundarios de ser alguien cruel. A fin de cuentas, puede que merezca todo esto. 

La pluma del autor es muy amena, directa y presenta un gran sentido del humor. Posee un estilo muy equilibrado al hallarse la narración y el diálogo en la misma proporción. Los diálogos surgen de una manera muy natural, espontánea y con un contenido muy potente, por lo que no se perciben ni insulsos ni forzados. Las descripciones son muy cuidadas y detalladas, pero al estar relatadas de una manera ligera no llegan a sentirse pesadas, son ideales para hacernos creer que estamos caminando con nuestros propios pies por Valley Rock que es donde vive Connor, pero sobre todo recorreremos su instituto llamado William Mayo. Es la segunda vez que leo a este autor y su forma de escribir me ha dejado tan maravillada como lo hizo la vez anterior, por lo que sé con seguridad que me sumergiré tanto en sus obras anteriores como en las que publique en un futuro.

El protagonista indiscutible de esta novela es Connor Payton. Es un joven de diecisiete años que por conseguir su sueño será capaz de todo incluso de utilizar y manipular a los demás. Pero lo que no sabe es que sus malas acciones no quedarán impunes, sino que serán saldadas con su muerte. Es un personaje que está perfectamente definido y elaborado con el que he podido conectar a pesar de no compartir sus acciones, ya que me ha encantado que a lo largo de la trama evolucione tanto y que sea capaz de arrepentirse del daño causado en su forma fantasmal. También me ha gustado de él su perseverancia y el trato tan adorable que tiene con su familia, pero sobre todo la ternura que desprende cuando está con su hermana pequeña Daisy. Me ha encantado que el autor haya querido introducir en la historia un protagonista con más errores que aciertos porque su imperfección es quien logra hacerlo más real y humano. Pero en este libro no solo conocemos a Connor, sino que nos topamos con un montón de personajes más. Todos ellos están muy bien trabajados y definidos, por lo que los descubrimos en gran medida. Gracias a su introducción nos damos cuenta de que Connor no es ningún santo, pero también que la mayoría de ellos tampoco lo son. Mis preferidos han sido Caleb Reynolds y Beth Brown. Son dos personajes a los que resulta muy fácil cogerles cariño por tener unas personalidades tan especiales y por ser capaces de arriesgarse tanto por ayudar a un amigo. En esta obra aparecen un montón de personajes, pero todos ellos son necesarios porque aportan mucho a la trama y además cada uno de estos presenta una personalidad diferente, habiendo sido creados unos para amarlos y otros para odiarlos.

En esta ocasión Jackson Bellami no se limita a ofrecernos simplemente un thriller juvenil, sino que decide hacerlo también paranormal para darnos una lectura que quita la respiración por lo sorprendente que se vuelve y que devoras sin notarlo por la necesidad que te crea de saber la verdad del asesinato de Connor Payton. Me ha parecido muy especial que Connor se convierta en un fantasma y él mismo sea el responsable de descubrir al culpable de su propia muerte. Además, me gusta que el autor haya creado un fantasma con cualidades tan interesantes como que pueda poseer a una persona si sabe su verdadero nombre o que pueda ver el color de su aura. He quedado totalmente fascinada con el toque paranormal que tiene esta novela porque no solo le aporta mucha originalidad y complejidad a la trama, sino que la hace única y diferente. Para mí es el ingrediente más sabroso que contiene este libro.

FanArt realizado por Iceberg de papel.

El objetivo de este libro a través de las tres líneas temporales es descubrir al responsable del asesinato y sus motivos. Connor a causa de sus malas acciones se ha ganado un montón de enemigos por lo que cualquiera puede ser el responsable, así que sospecharemos de todos los personajes. Además, al tener que investigar a todos ellos descubriremos secretos personales muy sorprendentes que todavía hacen más interesante esta historia. He quedado muy satisfecha con la resolución del crimen a pesar de haber adivinado parte de la verdad antes de tiempo porque la lista de sospechosos es cada vez más corta conforme nos vamos acercando al final. Lo he disfrutado tanto porque para mí era más importante el cómo sucedió todo que quién lo hizo.

Para Jackson Bellami no es suficiente ofrecernos una historia llena de intriga, acción y giros argumentales inesperados sino que también le gusta remover nuestras emociones tocando temas muy importantes y haciéndonos reflexionar sobre ellos. Nos habla de la muerte y del dolor que siente la familia y los amigos por no poder volver a ver a ese ser querido. Además, en esta ocasión de forma excepcional al ser Connor un fantasma nos enseña lo que siente el propio fallecido al saber que su vida se ha acabado para siempre. También nos muestra que no es ético alcanzar tu sueño si para ello tienes que pisotear a los demás. El mensaje principal de esta novela es demostrarnos que el fin no justifica los medios. Personalmente disfruto mucho de los libros que tienen una gran carga emocional y que logran hacerme reflexionar tanto. 

Porque cuando se tienen diecisiete años no se es consciente del daño provocado, del dolor que podemos infringir, de las heridas que tardarán en cicatrizar o de los sentimientos que se pisotean de camino al triunfo. Un precio que tarde o temprano toda persona sin escrúpulos debe paga. Y Connor Payton lo haría al día siguiente con su vida.

Realmente no he encontrado ningún gran aspecto negativo en esta historia, aunque si un pequeño detalle muy personal que no ha sido completamente de mi agrado. Principalmente se debe a que como no soy una persona a la que le interesan los deportes me sentía un pelín perdida y desconectada cuando se hablaba en la novela de fútbol americano, pero aun así comprendo que al practicarlo Connor se debe tocar. Aunque no me ha impedido que disfrutara de esta lectura al máximo y además hace que la ambientación americana que tiene esta historia se sienta mucho más real. 

El final que presenta esta novela me ha gustado mucho porque, aunque es previsible, es imposible no emocionarse con él y dejarnos con un nudo en la garganta. Además, me ha parecido muy especial el último capítulo que incluye a color negro, escrito en primera persona y con un título muy significado porque consigue poner el broche de oro a esta gran novela. 

En definitiva, Nunca digas tu nombre es un thriller paranormal juvenil muy sorprendente y original donde se nos presenta un crimen a resolver en el que es el propio asesinado convertido en fantasma el encargado de descubrir al culpable a través de ir poseyendo a todos los sospechosos. Además, a través de tres líneas temporales y una edición maravillosa se nos regala una trama llena de intriga, acción y giros argumentales inesperados que nos hace devorar esta lectura sin darnos cuenta. Asimismo, es una novela que provoca muchas emociones en el lector al tocar temas muy importantes y hacernos reflexionar sobre ellos. Al igual que nos encontramos con una historia que nos permite conocer a unos personajes con muchos secretos que ocultar y que acaba con un final muy emotivo. Si estás buscando un thriller diferente, único, que te deje sin respiración, ¡este es tu libro!

Muchas gracias a Ediciones Labnar por el ejemplar.

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