Reseña #198 - El hijo infinito de Adam Silvera.

¡Hola, icebergs! Hoy os traigo la reseña de la primera parte de una trilogía de fantasía urbana que ha conseguido tenerme enganchada de principio a fin gracias a toda la acción, los giros argumentales y las batallas mágicas que nos encontramos en sus páginas. Espero que os guste la reseña y os animéis a darle una oportunidad si os apetece descubrir todos los peligros que esconde en su interior. ¡Comenzamos!

Los hermanos Emil y Brighton crecen en Nueva York y tienen como ídolos a los Portadores de Hechizos, un grupo de justicieros comprometidos a librar el mundo de fantasmas. Mientras los Portadores de Hechizos y otros seres celestiales nacen con poderes, los espectros los arrebatan y roban violentamente la esencia de criaturas mágicas en peligro de extinción.

Brighton desea haber tenido algún poder para unirse a la lucha. 

Emil solo quiere que la pelea termine. 

El ciclo de violencia ha causado estragos, haciendo más difícil que cualquiera con algún poder pueda

vivir libremente y en paz. En este clima de miedo, un grupo de espectros se vuelve más audaz día a día.

Entonces, en una pelea después de una protesta, Emil demuestra tener un poder propio, uno que lo sitúa en el corazón mismo del conflicto y lo convierte en el heroico Portador de Hechizos que Brighton siempre quiso ser.

El amor y la lealtad se pondrán a prueba y nadie saldrá ileso de la batalla.

La fantasía juvenil es uno de mis géneros literarios favoritos, ya que me encanta perderme entre los diferentes mundos mágicos que nos ofrecen estas novelas, así que siempre que se me presenta la posibilidad de adentrarme en una de ellas lo hago sin dudarlo ni un segundo. Además, este libro contaba con dos incentivos que me hacían que todavía lo deseara con más ganas. El primero era que iba a poder reencontrarme con la pluma de un autor que me conquistó completamente y el segundo que me iba a permitir sumergirme en un subgénero fantástico que apenas toco como es la fantasía urbana. Al introducirme entre las páginas de esta obra me he encontrado con una lectura muy mágica y llena de acción que ha sido ideal para tenerme unos días entretenida. 

El hijo infinito es la primera entrega de la trilogía titulada El ciclo infinito. Este primer tomo se encuentra dividido en cuarenta y cuatro capítulos. La longitud de los mismos es bastante irregular, ya que unos son muy cortos mientras que otros son más largos pero ninguno de ellos llega a hacerse pesado, todos ellos tienen la extensión perfecta para proporcionarnos un ritmo de lectura muy ágil. Además, cada uno de los capítulos cuenta con un título propio dándonos una pista de su contenido. Toda la narración se da en primera persona siendo principalmente Emil y Brighton los encargados de relatarnos su historia, aunque Emil cuenta con más hojas que Brighton. También nos topamos de vez en cuando con algún que otro capítulo narrado por Maribelle y Ness. Asimismo, al inicio de cada capítulo aparece el nombre del narrador para que no nos sintamos perdidos en ningún momento. Personalmente he disfrutado muchísimo de la forma en la que está contada la historia porque de esta manera se nos ofrece un contenido más jugoso y se nos amplia nuestra visión sobre el mundo que se nos presenta. La edición como todas las de esta editorial es una auténtica maravilla y está cuidada al milímetro. Es una obra muy completa tanto en estructura como en maquetación.

—Antes de que hubiera tanta discordia entre los celestiales y los humanos, nuestros antepasados tenían un dicho: «El poder más fuerte de todos es un corazón vivo». Emil, tu corazón es poderoso. Te importa, te duele, sientes. No sé cuáles fueron las intenciones de Keon, pero lo que llevó a cabo fue desastroso. Tu humanidad es lo que te hace heroico, no tus poderes.

La pluma del autor es muy amena, cuidada y emotiva. Posee un estilo equilibrado al usar la narración y el diálogo en la misma proporción. Los diálogos surgen de una manera muy natural, espontánea y con un contenido muy interesante, por lo que no se perciben ni forzados ni insulsos. Las descripciones son ligeras pero cuentan con los detalles necesarios para lograr trasladarnos fácilmente a los escenarios por donde se mueven los personajes. Ya había probado la pluma de Adam Silvera aunque unida a la de la escritora Becky Albertalli en su novela conjunta titulada ¿Y si fuéramos nosotros?, por lo que a través de esta obra me he estrenado con él de manera solitaria y también me ha gustado mucho su forma de escribir, así que quiero seguir adentrándome en más novelas suyas y por supuesto continuar leyendo esta trilogía.

En esta historia tenemos como protagonistas a Emil y Brighton. Son hermanos mellizos y sus personalidades son totalmente contrarias. Emil es un chico tímido que solo quiere tener una vida tranquila y pasar desapercibido todo lo que pueda mientras que Brighton es muy extrovertido y su único deseo es hacerse famoso y alcanzar la máxima fama posible. Ambos están perfectamente elaborados y definidos aunque no he conectado por igual con los dos. Mientras que Emil me ha ganado por su fortaleza y por lo mucho que evoluciona durante toda la trama, Brighton no ha conseguido gustarme. Puedo llegar a entender que debe de ser difícil digerir que tu hermano consiga todo lo que tú siempre has querido sin ni siquiera tener que luchar por ello, pero aun así Brighton me ha parecido un personaje muy egoísta y manipulador que espero que en las próximas entregas de la trilogía cambie. Aun así, me ha encantado que a pesar de todo siempre esté el uno para el otro. Se nota que ambos se quieren mucho. Pero en esta obra no solo conocemos Emil y Brighton sino que nos topamos con un montón de personajes más. Todos ellos están muy bien trabajados y definidos, por lo que los descubrimos en gran medida. Normalmente suelo nombrar a los más significativos pero en esta ocasión al ser tantos y tener la misma importancia solo voy a señalar a mis favoritos. Estos han sido Ness, Eva, Prudencia y Atlas, ya que me ha encantado la manera de actuar de los cuatro y la personalidad que tienen. Esta novela bien puede presumir de poseer una gran cantidad de personajes en su interior. Confieso que llevaba mucho tiempo sin encontrarme con una historia que tuviera tantos pero todos ellos son necesarios porque aportan su granito de arena a la trama y además cada uno de estos presenta una personalidad diferente, habiendo sido creados unos para amarlos y otros para odiarlos.

Este libro se encuentra desarrollado en la actualidad y nos lleva a Nueva York donde nos topamos con dos bandos enfrentados, los Portadores de Hechizos y los Regadores de Sangre. Los Portadores de Hechizos son celestiales, es decir, humanos que nacen con poderes y los Regadores de Sangre son espectros, o sea, personas que roban los poderes a las criaturas mágicas para quedárselos ellos. Me ha encantado el mundo tan interesante y original que ha sido capaz de crear el autor. He disfrutado un montón con todos los tipos de poderes que hay y los distintos que son entre sí. Al igual que me ha gustado mucho conocer a las criaturas mágicas que habitan ese mundo siendo principalmente los fénix y las hidras. He quedado muy sorprendida con todas las variedades que puede haber en tan solo una especie. Aunque tengo que reconocer que a pesar de lo mucho que me ha agradado el universo que ha diseñado el autor he echado en falta que nos diera más información, ya que en muchas ocasiones me he sentido confundida y aun habiéndolo terminado sigo teniendo dudas acerca de su organización y funcionamiento. Espero que en los próximos tomos de la trilogía todo quede mejor explicado y no me quede ninguna duda. 

FanArt realizado por Iceberg de papel.

Nos hallamos ante una trama con mucha acción, peligros y sobresaltos que ha sido capaz de tenerme enganchada desde la primera página hasta la última. Personalmente he disfrutado mucho con todas las batallas mágicas que recoge esta historia en su interior. Además, contiene muchos giros argumentales que son difíciles de adivinar y que logran sorprender gratamente al lector. Aunque tengo que reconocer que el avance de la trama ha sido para mi gusto demasiado rápido y precipitado, ya que pasaban tantos sucesos a la vez y tan rápidos que a veces no me enteraba realmente de lo que había ocurrido hasta que pasada unas páginas se explicaba mejor y podía entenderlo. 

Quienes hayáis leído a Adam Silvera con anterioridad sabréis que sus obras se caracterizan por la visibilidad que le da a la comunidad LGBT y esta novela no pierde ese sello, que a mí particularmente me encanta porque siempre lo introduce con mucha normalidad y natural, como debería suceder en todos los demás libros. Esta vez no solo ha querido conformarse con incluir personajes homosexuales y bisexuales sino que también se ha atrevido a insertar un personaje de género no binario con el que se utiliza el lenguaje inclusivo. Es la primera vez que me topo con ese tipo de lenguaje y la verdad es que rápidamente me he acostumbrado a él. Aun así, si no os sentís cómodo con el lenguaje inclusivo, no os preocupéis porque solo aparece cuando se nombra a ese personaje y no se le dedica más de dos páginas. Además, al inicio del libro nos hallamos con una nota del autor muy especial donde nos explica lo complicado que era antes encontrarse en la fantasía a protagonistas LGBT con los que sentirse identificado y el motivo por el que decidió escribir esta historia. 

La canción del fénix, más débil que nunca, me suplica que sobreviva, pero estoy cansado de la música y deseo que alguien apague mi fuego para siempre. 

Este autor también destaca por el gran componente romántico que suele poner en todas sus obras pero en este primer tomo no aparece y reconozco que lo he echado de menos. Simplemente se dan sutiles pinceladas de lo que puede llegar a convertirse en un interesante y jugoso romance a lo largo de esta trilogía. Aun así, aunque me hubiera encantado que esta historia tuviera ese toque dulce, comprendo que la situación en esta entrega no es la idónea para que una relación amorosa empiece. 

El final que presenta esta primera parte me ha gustado un montón porque es tan inesperado que ha logrado dejarme totalmente sorprendida, ya que nunca me habría podido imaginar que terminaría así. Además, lo hace de una manera muy abierta, por lo que tengo muchísimas ganas de que se publique la segunda parte para poder leerla y saber cómo continúa la trama.

En definitiva, El hijo infinito es el inicio de una trilogía de fantasía urbana muy adictiva e interesante que nos introduce en un mundo muy original y mágico pero que deberá ser más desarrollado en los próximos tomos. Además, nos ofrece una trama llena de acción, peligros y giros argumentales inesperados que consigue tenernos enganchados desde la primera página hasta la última. Asimismo, nos presenta muchos personajes muy diferentes entre sí y que le dan mucha visibilidad a la comunidad LGBT. Al igual que nos encontramos con un final muy inesperado que nos deja con muchísimas ganas de tener en nuestras manos el siguiente tomo. Si buscas una lectura plagada de poderes mágicos y sorpresas, ¡éste es tu libro!

Muchas gracias a Puck por el ejemplar.

¿Lo conocíais? ¿Lo habéis leído? ¿Os gustó? ¿Queréis leerlo? ¿Sois apasionados de la fantasía urbana? Contadme.