Reseña #118 - Maldito síndrome de Estocolmo de Carmen Sereno.

¡Hola, icebergs! Hoy os traigo la reseña de una novela romántica contemporánea que fue la ganadora del Primer Premio Chic y ha resultado ser una lectura de lo más adictiva e interesante. Espero que os animéis a darle una oportunidad porque os vais a enamorar completamente de sus protagonistas. ¡Comenzamos!

«¿Quién eres realmente, Eric Grau, y qué ocultas bajo esa piel tan fría?»

Ana empieza a trabajar en Laboratorios Grau, una multinacional farmacéutica. Su jefe, Eric Grau, un hombre alto y atractivo al que todo el mundo llama Iceman, tiene fama de ser arrogante y despiadado, además de un auténtico depredador sexual. Al principio, la relación entre ambos es muy tensa, pero, poco a poco, la joven descubrirá que su implacable jefe no es el hombre de hielo que todos creen. ¿Podrá Ana resistirse al síndrome de Estocolmo que Eric despierta en ella?

Obra ganadora del I Premio Chic de novela romántica.

Prácticamente me atrevo a darle una oportunidad a cualquier género literario, pero el que más he elegido a lo largo de mi vida lectora es el romántico, ya que es el que más fácil consigue traspasar mi corazón. Así que cuándo me apetece adentrarme en una historia que me haga sentir escojo ese género porque sé que es una apuesta casi segura a que me voy a encontrar lo que estoy buscando. Por lo que cuándo descubrí que esta novela había ganado el Primer Premio Chic e iba a salir publicada, me surgió una gran necesidad de sumergirme entre sus páginas para conocer la historia que escondía y la verdad es que he salido la mar de contenta de esta lectura porque me ha transmitido tanto como yo esperaba.

Este libro se halla dividido en cincuenta y cuatro capítulos. La extensión de los mismos es bastante desigual, ya que hay una gran cantidad de capítulos que son muy cortos pero también hay otros que son largos, aunque todos ellos te animan a seguir pasando las páginas, dotando a la novela de un ritmo de lectura muy ágil y adictivo. La narración en su totalidad se da en primera persona, siendo Ana Luna la responsable de relatarnos su historia. Además, a lo largo del libro nos encontramos con noticias periodísticas ficticias y conversaciones a través de emails y mensajes de textos, presentándonos una novela con una estructura de lo más completa.  

Llevo toda la mañana evitando pensar en eso, pero, si algo sé de la vida, es que las inquietudes que intentamos ignorar siempre acaban volviendo. Y, cuanto más empeño ponemos en apartarlas de nuestra mente, mayor es su fuerza cuando regresan. Por eso, ahora que se acerca el fatídico momento de reencontrarme con él, me invade el pánico. 

La pluma de la autora es muy sentimental, cuidada, amena y tiene un toque humorístico. En su estilo existe un equilibrio ideal entre la narración y el diálogo que le proporciona una velocidad perfecta a la lectura. Los diálogos surgen de manera muy natural y espontánea, sin percibirse pesados. Además, suelen tener mucho potencial e incluso alguna pincelada divertida que logran sacarnos una sonrisa, no son diálogos insulsos. Las descripciones son detalladas pero escritas de forma ligera, siendo excelentes para transportarnos fácilmente a los lugares dónde se encuentra la protagonista. Esta novela es la primera que publica la autora, pero me ha cautivado tanto el estilo de escritura que posee que sé que le seguiré la pista para continuar leyéndola en el futuro. Al igual que tengo claro que me sumergiré rápidamente en la segunda parte de esta historia en cuánto se publique.

Los personajes principales de esta historia son Ana Luna y Eric Grau. Ambos están perfectamente definidos y elaborados, por lo que resulta muy fácil empatizar con ellos. Si me tuviera que quedar con solo uno de los dos me sería súper difícil, ya que me han gustado muchísimo ambos protagonistas pero creo que escogería a Ana porque me ha encantado que se atreva a decir sin miedo todo lo que piensa. Aunque al no darse la narración desde el punto de vista de ambos protagonistas, es normal que me decante más por la narradora, ya que la conexión entre ella y el lector resulta más profunda. Ana Luna es una chica que empieza a trabajar en Laboratorios Grau como externa y no tiene pelos en la lengua, dice lo que piensa conforme le viene a la mente sin pensar en las consecuencias. Es una mujer guerrera de carácter fuerte que no se deja dominar por nadie. Eric es el jefe de Laboratorios Grau y es un hombre frío, autoritario, que no le gusta que lo desafíen ni lo contradigan en ningún momento. Son dos personajes que están destinados a chocar como titanes pero que poco a poco evolucionarán siendo más fácil que puedan encajar. En cuándo a personajes secundarios tendremos a varios pero los conoceremos de manera más superficial, dependiendo de la relevancia que tengan en la trama. Mis favoritos han sido Dani y Alberto. Dani por lo mucho que me ha hecho reír y Alberto por lo bien que aconseja a Ana.

Por el argumento que presenta en un primer momento nos puede recordar a otras novelas, pero en cuánto empiezas a leerla te das cuenta de que no es así. Sus protagonistas y los constantes tira y afloja entre ellos la convierten en una lectura muy diferente y especial, que logra enganchar desde la primera hasta la última página. Además, el romance como tal tarda mucho en llegar, ofreciéndonos un enamoramiento muy bonito que ha sido cocinado a fuego lento, consiguiendo que al lector le resulte muy creíble y que acabe totalmente fascinado de esta historia de amor.

FanArt realizado por Iceberg de papel.

A la vez que surge el romance, la autora hace una crítica a los grandes laboratorios farmacéuticos, que más que intentar crear medicamentos para poder curar todas las enfermedades les interesa más ser una máquina de hacer dinero. Al igual que también amonesta lo mal valorados que están los trabajadores externos en una gran empresa. Me ha gustado mucho el toque de reprimenda con el que está escrito esta novela, ya que son temas muy importantes pero que casi nunca se toca en los libros. Se nota el gran trabajo de documentación que ha realizado la autora, ya que habla de ellos con mucha soltura, dándole un toque distintivo a esta novela romántica. 

Esta historia se encuentra ambientada en Barcelona y en Roma, permitiéndonos visitarlos sin tener que movernos de casa. Además, como Eric es medio sueco también conoceremos un poco de Suecia, por ejemplo los platos típicos de allí. A lo largo de la novela aparecen muchos términos en inglés, italiano y sueco que son recogidos al final del libro en un glosario con su respectiva traducción, por lo que a la vez que nos entretenemos también aprendemos. Aunque personalmente me hubiera gustado que estas traducciones estuvieran colocadas a pie de página, ya que al tener que ir a las páginas finales para acceder al glosario interrumpe de forma más bruta la lectura. 

—¿Y cómo voy a protegerte si te vas, eh? ¿Cómo?

—Es que no quiero que me protejas, Eric. Lo que quiero es aprender a levantarme sola después de cada caída. Sin colchón de seguridad ni favores. No quiero que nadie me ponga las cosas más fáciles. Solo quiero que sean como tienen que ser.  

Realmente esta novela no tiene ningún aspecto negativo, pero si le tengo que poner uno sería que a mí personalmente me hubiera gustado que tuviera más giros argumentales potentes. Sí que contiene algunas sorpresas que yo no me las imaginaba en ningún momento pero en general es bastante lineal y previsible, aunque ciertamente me ha enganchado tanto los tira y afloja de Ana y Eric, que casi no he sido consciente que la mayoría de sucesos que ocurren ya me los suponía, así que tampoco es un aspecto que me haya impedido disfrutar mucho de la trama.

El final que presenta esta novela es súper potente e impactante, ya que no puede quedar más abierto, dejándote con unas ganas enormes de leer su segunda parte. La verdad es que ya había oído hablar mucho de ese final y es el principal motivo por el que he tardado más en ponerme con este libro, ya que quería leerlo cuándo la fecha de salida de su continuación estuviera próxima porque odio tener que esperar para saber cómo sigue una historia. 

En definitiva, Maldito síndrome de Estocolmo es una historia de amor llena de tira y afloja por parte de los protagonistas que logra enganchar al lector desde la primera hasta la última palabra. Además, el romance tarda en llegar ofreciéndonos un enamoramiento a fuego lento y muy creíble. Al igual que a la vez hace una crítica hacia los grandes laboratorios farmacéuticos pidiendo respeto hacia los trabajadores externos y a que piensen más en los enfermos y menos en el dinero. También nos ofrece aprender mientras nos entretenemos debido al uso de términos en distintos idiomas. Contiene un final de infarto que te deja con muchísimas ganas de sumergirte cuánto antes en su segunda parte. ¡Adéntrate en esta historia y disfruta de los piques constantes entre Ana y Eric! 

Muchas gracias a Principal de los libros por el ejemplar.

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